Icono del sitio Inmobiliaria Santutxu

¿VIVIENDA REFORMADA O PARA REFORMAR? He ahí la cuestión…

Sabemos que la compra de una vivienda es uno de los mayores desafíos que hemos de vivir. Si además nuestra economía escasea, aún se nos complica más. La mayoría de las compras de viviendas en nuestra zona es a vivienda usada, encontrándonos con distintos tipos de vivienda según su estado, es decir, dependiendo del grado de reforma que necesite; un gran número se encuentran en un estado sin actualizar, en las que habrá que realizar lo que se suele llamar un “lavado de cara”, vamos que aunque las condiciones de habitabilidad son correctas (se puede entrar a vivir) hay que pintar, acuchillar, etc. y otra gran mayoría, lo que necesitan es una reforma integral, pisos en los que nunca se ha hecho nada, instalaciones de fontanería, electricidad, calefacción e incluso redistribuir para aprovechar luz y espacios.

La pregunta es, ¿podemos y queremos permitirnos una compra de vivienda para rehabilitar, o simplemente podemos permitirnos un lavado de cara?.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el factor precio. Lo normal es que en la opción de reforma integral encontremos mejores ofertas pero no olvidemos que los gastos de la remodelación hay que sumarlos siempre al precio de la compraventa. Otro punto a favor es el poder conseguir, literalmente, el hogar de nuestros sueños, ya que es uno mismo quien realiza el proyecto y diseño de tu vivienda, ajustándose a nuestros gustos y necesidades, cosa que de otra manera nos tenemos que conformar con lo que ya está hecho.

Muchas veces nos preguntáis, ¿qué necesitamos para comprar una vivienda?.

Anteriormente ya hemos hablado de los gastos para la compraventa de una vivienda pero si lo que queremos es comprar y reformarla a nuestro gusto, tenemos que tener claro que la hipoteca del banco, hoy por hoy (diferente a hace unos años en los que nos financiaban compra, gastos, reforma y hasta nos lo unificaban con el préstamo del coche), nos va a financiar el 80% del precio total de la compra, incluso apurando y con ciertas garantías claro, podríamos optar a casi el 100% del precio total pero lo que nunca nos van a financiar son los gastos de la compra así como de la reforma. Por lo que ya tenemos el primer punto claro, debemos tener el coste total ahorrado o unos ingresos que nos permitan un préstamo personal adicional a la hipoteca.

Hay personas que, ni aun teniendo el dinero ahorrado para una reforma integral, no quieren verse en la situación de estar dirigiendo una obra, por lo que prefieren buscar una vivienda que ya se encuentre en buen estado o que, como mucho, necesite una manita de pintura para sanear.

Otros, sin embargo, están deseando plasmar lo que llevan años soñando, el suelo de color tal, este papel pintado que vi en no sé dónde, esa cocina de concepto abierto que es tan difícil de encontrar…y lo mejor, lo voy a estrenar yo, qué ilusión!!.

En definitiva:

Todo depende, en parte, de tus exigencias y expectativas pero ten una cosa clara, si te vas a decidir por comprar una vivienda y reformarla completamente, no tengas prisa, estas obras llevan meses de acondicionamiento y nos tienen que durar muchos años así que mejor decidir todo con calma, distribución, materiales, etc. y, sobre todo, contactar con un experto en reformas integrales para que te asesore en las decisiones a tomar.

Si por el contrario ya lo tienes claro y no quieres o no te puedes permitir una reforma, bien económicamente o por tiempo, ya que debes ocuparla con premura, no lo dudes, deberás buscar algo que se adapte a tus gustos, a tu personalidad y, con tiempo y una caña, ya podrás ir mejorando esas cositas que no son de total agrado para ti.

¡Hasta otra!

Salir de la versión móvil